“Un año de ataque a los derechos sociales” por Manuel Robles

Hemos cumplido el primer año de legislatura en nuestra región, y en todos los ámbitos se están haciendo valoraciones de gestión y grado de cumplimiento en los diferentes ámbitos locales, que son los que más hemos sufrido las consecuencias de una política regional del PP, de una presidenta, Esperanza Aguirre,  que cada vez se ha hecho más extrema, más alejada de la tarea de gobernar, de atender las necesidades de la región de Madrid, de sus pueblos y ciudades, aunque su gran fraude electoral lo haya vestido como siempre con el barniz populista de los actos preparados para su mayor gloria y propaganda. O poniéndose en el foco nacional con declaraciones tan impresentables como poner en entredicho las competencias de la Comunidad Autónoma, o como ha sido el caso más reciente e indigno, proponiendo la barbaridad de suprimir el Tribunal Constitucional solo porque no la ha gustado la sentencia sobre un partido vasco.

Todo esto no son intentos nada más que de distraer la atención sobre el desastre de gobierno que tenemos en la Comunidad de Madrid, donde se han realizado los recortes sociales en derechos y en servicios más graves dela democracia. Al mismo tiempo,Esperanza Aguirre ha desplegado toda una estrategia de comunicación irresponsable destinada a satanizar los movimientos sociales en defensa de lo servicios públicos y a desprestigiar a las instituciones.

El deterioro y los recortes en Sanidad y en Educación son de una gravedad extrema, sin que haya habido atención y respeto a  las movilizaciones de los colectivos profesionales y de la ciudadanía que se han producido y que sin duda van a seguir produciéndose.

En otro orden de abandono está la falta de iniciativas para promover actuaciones proactivas de fomento del empleo, donde en Madrid ya alcanza cerca de los 600.000 desempleados, a pesar de contar con la mayor iniciativa privada que tiene el propio potencial de la región donde está la capital del Estado. Se ha abandonado a los ayuntamientos y es difícil establecer acuerdos que conlleven gasto social o inversiones. De hecho, nada se sabe de Plan de Inversiones (PRISMA) del que a Fuenlabrada le queda por ejecutar 8 millones de euros. El gobierno regional no solo no atiende a los municipios, sino que a algunos les debe varios millones de euros. Concretamente al ayuntamiento de Fuenlabrada nos adeuda en torno a 5 millones de euros.

La Federación Madrileña de Municipios y su presidencia, amparada en su mayoría absoluta,  está ausente de cualquier acuerdo para demandar al Gobierno Regional asuntos relevantes respecto a Pactos de Inversiones para el Empleo,  o para atender las demandas sociales. Se hace más política de partido que de institución creada para defender los intereses de los municipios.  ASÍ NO PODEMOS SEGUIR

 Manuel RoblesDelgado
Alcalde de Fuenlabrada

«Huelga en la enseñanza, ¡qué vergüenza!» por Antonio Hernández Guardia

Estoy viviendo con extraordinario interés la huelga que mantienen los profesores de Secundaria estos días e intentando ponerme en su lugar para comprenderlos mejor. Tengo que reconocer que no lo consigo y sólo encuentro razones o, mejor dicho, excusas para realizarla.

Confieso que soy profesor de secundaria de un Centro concertado y aunque a algunos les pese, me considero que pertenezco a la enseñanza pública, con menos sueldo, más horario, más exigencia pero con la misma responsabilidad que los profesores de la «pública» oficial. Dicho esto, seguro que todos comprenderán mi posición.

La huelga ha sido convocada ante la decisión de la Comunidad de Madrid de aumentar el horario lectivo en dos horas, es decir, pasar de 18 a 20 horas. Reconozco que esta medida no le guste a nadie pero está dentro de la legalidad y además, muchos profesores de secundaria llevamos años dando más de veinte horas lectivas y no se nos caen los anillos. En tiempos de crisis todos debemos arrimar el hombro. No creo que traiga aparejada la hecatombe como anuncian de forma apocalíptica los sindicatos.

Nos dicen que «se quieren cargar la enseñanza pública» y anuncian recortes y deficiencias por todos sitios pero en realidad no ponen sobre la mesa o hacen públicos cuales son los recortes, salvo problemas organizativos de los Centros o problemas de reparto de materias y horarios ¿Acaso los profesores no estamos capacitados para dar alguna materia anexa a nuestra especialidad? o ¿es que es más cómodo no hacerlo?

No quiero hacer ninguna comparativa con otras Comunidades porque entonces el diferencial sería espectacular a favor de Madrid, pero si les pido a mis compañeros de profesión que recapaciten y piensen en todo ello. A los Sindicatos, sobre todo a los de clase, no les pido nada. No creen en la libertad de enseñanza y eso para mi ya lo dice todo, pero si deben de darse cuenta que no pueden caer en mayor desprestigio ante los ciudadanos con sus dobles raseros para convocar huelgas según el color del Gobierno.

Por favor, un poquito de reflexión, de sensatez y pensemos más en los chavales que están perdiendo las clases, en los millones de parados y menos en nuestras tendencias políticas y en eslóganes trasnochados que ya no se cree nadie.

Antonio Hernández Guardia, profesor de educación secundaria

“La crisis no justifica todos los recortes” por Manuel Robles

A estas alturas a nadie se le oculta la necesidad ineludible de reducir déficit público, y plantearnos desde todas los niveles de la administración pública planes de saneamiento y ahorro en las cuentas públicas para garantizar la sostenibilidad del Estado de Bienestar para el presente y el futuro. Esta necesidad debe conjugarse con otra que es difícil y compleja, como es la reducción de la tasa de paro, al menos a corto plazo.

Pero la crisis no debe servir como excusa para que desde los gobiernos conservadores del PP se pretenda introducir elementos perversos de reducción de gasto público en materias tan esenciales como es la educación, la sanidad, o las prestaciones sociales. Podemos y debemos, eso sí, racionalizar su gasto y hacer los servicios más eficientes. Pero no aprovechar la crisis para recortar y desprestigiar lo público y potenciar lo privado a costa de los recursos de todos los españoles.

El mapa político que sale de las urnas del pasado mes de mayo nos dejó una panorámica de gobiernos conservadores del PP, a nivel autonómico y local, casi en la totalidad del Estado Español. No es de recibo que estos gobiernos pretendan utilizar la crisis, o la satanización de los gobiernos anteriores, para introducir recortes drásticos en servicios esenciales y eludir el mandato de las urnas, que no es otro que el gobernar para mejorar la situación de las personas.

En el ámbito de la Comunidad de Madrid hemos tenido el ejemplo más elocuente de estas actuaciones en lo que no es solo una reducción de recursos públicos en Educación, sino algo mucho más grave en el fondo. Hemos asistido a toda una campaña contra la Enseñanza Pública, expresada en el ataque a profesores y sindicatos, difamándolos y tratando de alimentar en la sociedad sentimientos ruines y perversos sobre su labor y su trabajo. No es de recibo en ninguna democracia que los gobernantes difamen a los servicios públicos del Estado y a su tejido social. Eso solo lo hacen aquellos malos gobernantes que, como es el caso de Esperanza Aguirre, tienen además unas ideas muy ultraconservadoras y solo piensan en como pueden potenciar la enseñanza privada confesional sobre la pública.

Estamos en otro proceso electoral de primera magnitud, como son las Elecciones Generales. La ciudadanía debe estar atenta para no ser engañada por aquellos que prometen lo que no pueden dar, lo que no dan allí donde gobiernan. Deben exigir transparencia y claridad a los candidatos y candidatas, para que no ganen votos o las elecciones sin saber que van a hacer realmente si llegasen a gobernar. No es el momento de las subastas de quien da más, sino de quien es más transparente, más directo con la ciudadanía. Y sobre todo quien le garantiza una sostenibilidad del Estado de Bienestar, basado en el reparto progresista y equitativo de la fiscalidad, en función de los ingresos que tenga cada persona. No podemos reducir cargas fiscales a los que más tienen y dejar la carga principal en las rentas del trabajo y en el desamparo a los más desfavorecidos. ESTO NUNCA, BAJO NINGUNA EXCUSA

Manuel Robles Delgado, alcalde de Fuenlabrada

“Madrid suspende en políticas sociales” por Pilar Sánchez Acera

El Gobierno Regional de la Comunidad de Madrid nos lleva martilleando los oídos durante estos cuatro años diciendo que la atención a los mayores y a las personas con algún tipo de discapacidad es una prioridad para ellos. ¡Y se quedan tan tranquilos!.

Primero, no es una prioridad. Es su competencia, su responsabilidad. Desde el año 1996, cuando se traspasó desde el Estado de la Nación a la Comunidad de Madrid estas materias, su correspondiente financiación, es decir el presupuesto, y los centros de atención a mayores y personas con discapacidad que en aquellos momentos eran competencia del Estado. Desde ese año, quien tiene que ocuparse y preocuparse de los servicios sociales es la Comunidad de Madrid, y evidentemente el Gobierno Regional debe responsabilizarse de una vez por todas de lo que nos corresponde a los madrileños. Responsabilidad. ¿Sabe Esperanza Aguirre lo que es eso?

Segundo, no es su prioridad, y ha estado gestionando políticamente de una manera nefasta estos servicios. Y hemos visto en estos cuatro años denuncias y escándalos en los servicios sociales de la Comunidad de Madrid.

Nos encontramos con denuncias de familiares de personas que están en residencias de la Red de la Comunidad de Madrid, ya sean de gestión pública, o concertada, en la que dan cuenta de la falta de personal. Quejas de los trabajadores de esas residencias que ven que no llegan a dar el servicio de calidad que este servicio necesita. Y no llegan porque no hay personal suficiente. Quejas sobre la situación de los Centros de la Red pública de personas con discapacidad, que ven cómo de pronto cierran sus centros y les cambian la vida sin saber por qué.

Pero sobre todo Esperanza Aguirre es políticamente INMORAL. Porque durante esta legislatura ha boicoteado la aplicación de la Ley de dependencia, sin reconocer de manera efectiva este derecho a muchos dependientes, no apoyando a los ayuntamientos que tramitan estas solicitudes, y sin hablar con los agentes sociales. Porque no le gustaba esta Ley simplemente porque la aprobó Zapatero. Pues yo afirmo que esta es la política social que Madrid necesita.

La Señora Aguirre nos ha convertido en una de la últimas comunidades en aplicar la Ley de dependencia, y a quien ha castigado por su enfrentamiento a una ley necesaria ha sido a las personas dependientes y sus familias. Esa es la realidad, duele decir que su postura ha hecho que 79 personas hayan fallecido esperando que les contestara a sus recursos, pero ha sido así. Y los ciudadanos deben saber que ha sido así porque tenemos una Presidenta en Madrid que así lo quiso.

Pilar Sánchez Acera, diputada regional PSOE

“El ayuntamiento de Fuenlabrada y el valor del gasto social” por Manuel Robles

La principal apuesta del Equipo de Gobierno que presido es hacer que Fuenlabrada sea ante todo una ciudad para las personas, a la medida de sus necesidades, inquietudes y expectativas.

Por esa razón, aunque nuestros presupuestos municipales se caracterizan año tras año por la austeridad y el riguroso control del gasto, constituyen siempre nuestra principal prioridad, al margen de nuestras limitaciones competenciales en algunos ámbitos, las políticas de carácter social y, al mismo tiempo, los planes de formación y fomento del empleo.

Si anteponer ambos objetivos es ya una seña de identidad inseparable de nuestro proyecto de gobierno, entendemos que con mayor razón debemos incrementar nuestro esfuerzo y nuestra apuesta en momentos de especiales dificultades para los fuenlabreños y fuenlabreñas.

Como es natural, para llevar a la práctica una política que busca el bienestar de los vecinos y vecinas, no bastan las palabras. Hay que acudir al fondo de la realidad, conocer y abordar los problemas desde su raíz, y poner sobre la mesa las herramientas necesarias para darles solución. Es decir, hay que ampliar los recursos, en definitiva, el presupuesto destinado a cubrir las necesidades sociales en la ciudad.

En este tema, a los ciudadanos y ciudadanas de a pie no les vale que las diferentes Administraciones discutan sobre cuáles son las competencias de cada cual, pero creo que, como Alcalde de un Ayuntamiento que está comprometido con sus problemas y que está redoblando sus esfuerzos económicos y de gestión para atenderlos adecuadamente, es un acto de justicia, en primer lugar con los fuenlabreños y fuenlabreñas que pagan sus impuestos, denunciar una vez más los continuos recortes  que el Gobierno de la Comunidad de Madrid está aplicando a todas las políticas que tienen que ver con el bienestar social, el fomento del empleo y las inversiones que esta ciudad necesita.

En concreto, la progresiva disminución de los ingresos provenientes de la Administración Autómica nos ha obligado a incrementar el presupuesto de Bienestar Social en un 150 %, lo que supone un millón de euros más de presupuesto exclusivamente municipal, para, por un lado, compensar los recortes de la Comunidad de Madrid y, por otro, atender una mayor demanda de servicios fundamentales para cubrir las necesidades básicas de las familias. Asimismo, hemos ampliado las ayudas complementarias para libros de texto a la Educación Secundaria y tenemos previsto extenderlas a la Educación Infantil para el próximo curso.

Es una evidencia, pero desgraciadamente hay que seguir recordándolo. Cuando se está viviendo una época de crisis económica, todas las familias la sufren en mayor o menor medida, y , sin duda, quien más la sufre es quien menos tiene. En la manera de actuar en consecuencia es donde se ve la diferencia entre las distintas formas de gobernar.

Manuel Robles, alcalde de Fuenlabrada

“El recortador insaciable” por Libertad Martínez

Lo ha escrito El Roto: no podemos aumentar nuestra productividad al ritmo de su codicia.

Es cierto; la gente ya no puede dedicar más parte de su renta a salvar a los ricos.

Lamentablemente, los gobiernos de Esperanza Aguirre y de Zapatero se han convertido en los portavoces de los codiciosos, animados por la Merkel y el Sarkozy.

Sólo ofrecen la rendición ante los mercados, cada vez más insaciables. Antes de ayer fue el contrato; ayer la pensión; hoy, vienen a por el salario. Zapatero nos anuncia más recortes.

Tan insaciables son unos como débil es el otro. La historia de la crisis económica en España es la historia de una rendición: la de quienes han abandonado el campo de la izquierda para refugiarse bajo el cálido manto de la derecha económica.

Incapaces de garantizar la igualdad de cargas ante la crisis han impulsado políticas que sólo favorecen a los que viven de la especulación financiera; a los que juegan con las necesidades de la gente, a los que construyen sus beneficios con nuestras necesidades.

Sólo recortando su poder será posible impedir que recorten nuestra vida.

Lo malo de que el PSOE se pase por la derecha es que nos vacía el bolsillo. Ese es el problema de Gómez y Zapatero: cada idea que tienen nos quita dinero a la mayoría para pasárselo a los más ricos.

La política de izquierda es que la gente llegue a final de mes. Porque, además de llegar a final de mes, el consumo de las familias contribuye a mejorar la actividad económica.

Todo es más caro y todo será más caro. La cuestión es que los precios aumentan debido a la especulación. Es la especulación lo que aumenta el precio del petróleo; es el lobby eléctrico y su Ministro el que aumenta el precio de la luz; son los especuladores los que aumentan los precios de los alimentos.

Ahora se preparan para subirnos las hipotecas, para aumentar algún impuesto más, para reducir más el gasto público mientras el desempleo sigue creciendo.

Por eso, desde IU pedimos el voto contra la codicia, contra los legionarios del egoísmo que pueblan los despachos del gobierno de España y de la Comunidad de Madrid.

Libertad Martínez, secretaria de Área Electoral IU

“El futuro no es lo que era” por David Erguido

Ser Madrid Sur ha tenido la feliz idea de ofrecer una espacio en su web para que quienes nos dedicamos a la política podamos transmitir nuestras ideas a sus lectores. Una oportunidad que agradezco y que espero sea el inicio de una larga y fructífera colaboración. Porque para un político, el que un medio de comunicación tenga interés por tus opiniones es, además de una satisfacción, una auténtica necesidad. Y cuando te ofrecen, como es mi caso, un espacio regular para escribir junto a políticos de relevancia, el cumplido es de tal magnitud que abruma la responsabilidad de estar a la altura del ofrecimiento, pero lo intentaré.

Tengo 35 años y he vivido toda mi vida en democracia. No recuerdo otra cosa y, si me apuran, mis primeros recuerdos políticos son de Felipe González como Presidente. Me licencié en Ciencias Políticas y milito en un partido, el Partido Popular, que me ha permitido servir desde sus siglas a los vecinos de Algete como Teniente de Alcaldes y al conjunto de los madrileños como Diputado Regional.

Tomé la decisión de afiliarme al PP allá por 1.994, convencido de que el proyecto socialista no sólo no daba para más sino que perjudicaba seriamente a España. Y como joven idealista que aun me considero, viví con satisfacción el acierto de comprobar cómo cambiaba España con el Partido Popular y con José María Aznar.

La bajada de los tipos de interés del 14% al 4%, los 5 millones de nuevos empleos, el acorralamiento a la ETA, la entrada por la puerta grande en el Euro, ser los socios preferentes de Estados Unidos y tener voz en Europa o que se hablase del milagro español eran indicadores de que las cosas habían cambiado y de que España se abría al nuevo siglo con el ímpetu propio de quien quiere ganar el futuro. Sin embargo, los atentados del 11 de marzo de 2004 y ese secular vértigo que persigue a los españoles cada vez que somos decisivos nos sacaron del camino y el futuro dejó de ser lo que hasta entonces era.

A partir de ahí todo ha sido un desastre. Las Elecciones del 2004 dieron el Gobierno a una oposición que no estaba madura para gobernar, y que lejos de ofrecer un proyecto al conjunto de los españoles llenó su vacío con radicalismo, sectarismo y frivolidad. Ocho años de Gobierno perdidos en los que se han fomentado la división entre los españoles: Estatuto de Cataluña, Ley de Memoria Historia; la intromisión del Estado en la vida privada y se han dejado pudrir los grandes problemas hasta hacerlos casi irresolubles.

Y este entorno, como en 1.994, vuelvo a sentir la necesidad de lograr un cambio de Gobierno que arregle la situación porque España está para que la repensemos entera. Y de ello les hablaré otro día.

David Erguido, Diputado PP en la Asamblea de Madrid

«Derechos de ciudadanía y crisis en Madrid» por Javier López

Madrid, vive, durante tres ya largos años, una crisis económica, de origen especulativo, financiero, inmobiliario, pero que golpea a toda la economía, destruyendo empleo en todos los sectores.  Son ya 478.000 personas las inscritas en las listas del paro.  250.000 personas paradas carecen en Madrid de todo tipo de ayuda, prestación, o subsidio.

La crisis es utilizada por los sectores ultraliberales y neoconservadores para justificar recortes de gasto público y pérdidas de derechos sociales.  Sin embargo no podemos salir de esta crisis negando la esencia de nuestra convivencia democrática, la construcción de un Estado Social y Democrático de Derecho que figura en la Constitución.

El Foro Social de Madrid, compuesto por decenas de Organizaciones sociales madrileñas, acaba de presentar la Carta de Derechos de la Ciudadanía de la Comunidad de Madrid.  Organizaciones vecinales, de consumidores, de madres y padres, ecologistas, de cooperación, feministas, juveniles, sindicales, de inmigrantes, hemos decidido entrar en la campaña electoral para situar a los partidos políticos, a los responsables autonómicos, municipales, del Estado, ante sus responsabilidades de manejar el timón, en plena crisis, salvando a la tripulación y al pasaje y evitando el naufragio.

No nos conformamos con una campaña electoral frívola, centrada en la corrupción y en el tú más.  Queremos obtener pronunciamientos claros ante cada problema y ante cada uno de los derechos que reivindicamos.

El derecho al empleo. A un empleo estable capaz de asegurar unas rentas dignas para sostener nuestras vidas y la de nuestras familias.  El derecho a acceder a unas rentas cuando carecemos del empleo.  El derecho de cada ciudadano a una educación pública y de calidad.  A una sanidad pública gratuita y universal.  A que el reparto de las cargas fiscales sea equitativo con la riqueza que cada uno tiene.  A un medio ambiente saludable.  A la igualdad de oportunidades.  A la libertad de conciencia y de información.  A una vivienda.  A verse atendida en situaciones de dependencia. A un consumo responsable.

Sin embargo estos derechos se ven amenazados cada día con más intensidad.  Faltan 25.000 plazas en Escuelas Infantiles.  La Sanidad es entregada como la oportunidad de negocio al sector privado.  El paro se convierte en un mal estructural y sin salida.  La conciliación de la vida laboral y personal se convierte en un infierno cotidiano para millones de personas.  El derecho a la información topa con las concesiones a dedo de canales de TDT a opciones ideológicas sin profesionalidad alguna y bloqueando la libertad de información.  Telemadrid es un ejemplo de utilización de un medio público con fines partidistas.  La protección del medio ambiente se ve sometida a intereses personales y grupos de poder que ponen en cuestión la protección de espacios naturales como la Sierra de guadarrama.  Nuestros mayores y personas con discapacidad no encuentran respuesta al ejercicio de su derecho a verse atendidas en situación de dependencia.

La Carta de Derechos de Ciudadanía de la Comunidad de Madrid es una reivindicación abierta.  Es un NO y un BASTA a la vulneración de derechos.  Es un SI, un llamamiento a la responsabilidad de la política, para asumir su más noble papel de buscar soluciones a los problemas, uniendo y cohesionando a la sociedad, en torno a los derechos compartidos.

La degradación de la política, la corrupción, la crisis económica, no son los mejores escenarios para presentar esta Carta de Derechos, pero la ciudadanía y la sociedad no podemos esperar.  Entramos en campaña, para defender nuestros derechos.

Francisco Javier López Martín, Secretario General de CCOO de Madrid.

«El modelo energético, como la crisis» por Cristina Cifuentes

En las últimas semanas, el Gobierno nos ha tenido de sorpresa en sorpresa a cuenta de sucesivas improvisaciones para reducir el gasto de energía. Una vez más ha tenido que ser  un factor externo, la crisis en Libia, el que haya hecho actuar al Gobierno. Y de nuevo, Rodríguez Zapatero ha desaprovechado la oportunidad de una reforma valiente en favor ocurrencias que dan portadas y evitan  tratar los asuntos en profundidad, pero no constituyen verdaderas estrategias que contribuyan a reducir la dependencia energética de España, que se sitúa en el 84 por ciento del consumo.

Durante los próximos cuatro meses estará vigente la reducción de la velocidad máxima de las autovías a 110 kilómetros, sobre cuya efectividad en cuanto a ahorro energético no se ponen de acuerdo ni los propios ministros, y tal vez pronto veamos reducida hasta en un 50 por ciento la iluminación en nuestras carreteras. Puede que, como sugería el presidente de la Federación Española de Municipìos y Provincias (FEMP), Pedro Castro, insistan en la limitación del tráfico de los vehículos particulares, unos días los pares y otros los impares. Y puede también que surjan nuevas ideas geniales como las ya clásicas ocurrencias de la supresión de las corbatas en verano o el regalo de bombillas.

Diez días después del anuncio de la primera de las medidas de ahorro, aún echamos en falta una estrategia meditada, un verdadero plan energético que combine eficiencia y respeto al medio ambiente. Urge diseñar un mix que limite los combustibles fósiles y contemple las renovables, pero también la nuclear. Es prioritario un giro en la política energética  de este Gobierno que, hasta ahora, sólo ha contribuido a que los ciudadanos hayan visto crecer su factura eléctrica en un 60 por ciento.

El ministro Sebastián explicó el pasado viernes que las “circunstancias especiales” de las revueltas en el mundo árabe y el norte de África ha hecho que el Gobierno tomara medidas. Todo esto suena familiar y nos devuelve unos meses atrás, a los toques de atención de los mercados internacionales, Bruselas y Merkel por los que el presidente del Gobierno se lanzó con los mayores recortes sociales de la historia de la democracia española: unas reformas laboral y de pensiones que restan derechos a los trabajadores, pero no resuelven el desempleo que está en el origen de esos recortes. 

Lamentablemente, la historia se repite para constatar una vez más el inmovilismo de un presidente del Gobierno que tardó dos años en reconocer una crisis de la que todos le advertían y que, una vez más, elige la improvisación en lugar de ofrecer respuestas meditadas que permitan implantar el modelo energético que tanto contribuiría a la recuperación económica.

Cristina Cifuentes, vicepresidenta de la Asamblea de Madrid.