“Premios Triángulo a CCOO” por Javier López

Hay momentos que se llenan de orgullo y recuerdas toda la vida.  El premio Triángulo otorgado por COGAM a UGT y CCOO será, sin duda uno de ellos.  No sólo porque lo hayamos compartido con Hillary Clinton, con el grupo de Teatro que representa Proyecto Laramie, que cuenta la historia de Matthew Shepard, estudiante homosexual que fue secuestrado y asesinado por algunos vecinos, con Eva, Concejal de Aranjuez, profesora, o con Toni Poveda, que fuera hasta tiempo muy reciente presidente de FELGTB (Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales).

Ese orgullo que sentí cuando, tras los atentados de la T-4, en los que murieron los ecuatorianos Carlos Alonso Palote y Diego Armando Estacio, la organización de ecuatorianos en España FENADEE, nos concedió un premio.  El mismo orgullo que siento cada año cuando abrazo a Pilar Manjón, un 11 de Marzo.  Orgullo de que, en tiempos de crisis, paro y recortes, tiempos de mareas verdes, mareas negras, mareas blancas y marcha negra de las comarcas mineras sobre Madrid, recibamos un premio concedido por la marea arco iris del movimiento LGTB.

Participaremos con COGAM y FELGTB en la manifestación del orgullo.  Iremos a ella con un lema: Quieren acabar con todo.  Igualdad sin recorteSin recortes en el empleo.  En la sanidad, en la educación.  Sin recortes en los tratamientos de VIH.  Sin recortes en el matrimonio igualitario.  Sin obispos, como el de Alcalá de cuyo nombre no quiero acordarme.

Nos sentimos orgullosos de este premio porque quienes  lo condenen son una parte esencial para asegurar que seguiremos siendo libres.  Porque junto a ellos el orgullo de clase se convierte en orgullo de vivir.  Porque con ellas y con ellos CCOO entiende.

FranciscoJavier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid.

«¿Es realmente importante la Marca Personal en el entorno profesional?» por Juan Carlos Lozano

El concepto de Marca Personal (en inglés Personal Branding) está de moda, aunque aún quedan muchas dudas sobre qué es y por qué es tan importante. En este artículo vamos a intentar desgranar el porqué de su origen y, de forma práctica, porqué es importante en nuestro contexto profesional.

Esta acepción, aunque atemporal, es relativamente reciente, al menos a lo que su conceptualización o utilización actual se refiere.  Su origen se atribuye a Tom Peters, mencionándose por primera vez en su artículo “The Brand Called You” (Revista Fast Company, 1997).

No es novedad hablar de la importancia de la marca y de que la marca de nuestras empresas sea reconocida, pero dado el entorno cada vez más social en el que nos encontramos, los grandes embajadores de las empresas son sus propios integrantes. Esta visión trasciende incluso a la tipología o calidad de los servicios o productos que ofrecen las diferentes organizaciones (de ahí el concepto con el que estoy tan de acuerdo de “Capital Humano”).

No es ninguna novedad que la imagen de marca es un excelente respaldo en el cierre de operaciones y alianzas estratégicas, y en una innumerable tipología de otras operaciones, pero nadie duda de que esas operaciones finalmente son cerradas por las personas que participan en ellas. Ya sean pequeñas o grandes operaciones, la venta de un producto del portfolio o la adquisición de una nueva filial, las personas que participan en dichos procesos son claves para el éxito final de los mismos.

Este valor hace que cobre cada vez más importancia el concepto de que cada uno de nosotros somos Directores/as Generales de nuestras propias empresas, lo que Peters expresa como elYO S.A.”.

Ciertamente el concepto de marca personal tiene un enfoque hacia la visibilidad de nuestro expertise y conocimiento para compartirlo con el contexto empresarial, pero evidentemente tiene un trasfondo muchísimo mayor. En un mundo en el que Internet y las Redes Sociales juegan, queramos o no, un papel transcendental, no podemos quedarnos al margen.

Según estudios de grandes consultoras internacionales, cuando tenemos una reunión importante ya no sólo buscamos en Internet información de la compañía con la que vamos a reunirnos, sino también el nombre de las personas concretas que van a participar en la misma.

Este es un fenómeno actual y real, y no podemos vivir ajenos a él. Cada vez es más difícil conocer a alguien que en alguna ocasión no haya buscado el perfil de otro profesional en Google. ¿Alguien se ha buscado alguna vez en a sí mismo? Si sorpresivamente la respuesta es no, les invito a hacerlo.

La sorpresa puede ser interesante, primero porque nos encontremos con resultados inesperados (en ocasiones no muy afortunados), o no aparecer o hacerlo en la página 16 de Google… Puede que esto no diga mucho de nosotros, lo cual no significa que necesariamente tengamos que estar presentes, pero si no nos metemos nosotros, alguien lo hará por nosotros en algún momento. Y puestos a leer cosas sobre nosotros, ¿por qué no hacer que esas cosas sean las que deben ser?. Desde esta perspectiva parece importante al menos plantearse la posibilidad.

En muchas de mis conferencias, algunos de los directivos asistentes me acaban preguntando “Pero eso de la marca personal, ¿es realmente importante, sirve para algo?”. Realmente el problema no es si es importante o no, si no si me aporta el suficiente valor como para dedicarle tiempo. El tiempo es un (por no decir el más) importante activo del que disponemos y como todo importante activo es limitado. La pregunta que hay detrás de la que me formulan es: “¿Realmente mi marca personal me aporta un justificado beneficio como para que le dedique parte de mi tiempo, y si es así, cuánto tiempo he de dedicarle?

Sobre los beneficios, algunos ya han quedado identificados. Sobre el tiempo, nos asombraríamos de la reducida dedicación que, siguiendo una metodología y procesos definidos, nos conllevaría definir una buena estrategia de marca personal y conseguir unos resultados sorprendentes, pero eso ya será harina de otro artículo.

Juan Carlos Lozano
Presidente Dir&ge
Network Directivos & Gerentes

Compasión ‘on line’ por Ángel Garrido

Debatía hace muy pocos días, con compañeros de diferentes grupos, las ventajas e inconvenientes para los políticos de estar presentes en las redes sociales. A favor se encontraba, por un lado, el argumento obvio de la necesidad de utilización de uno de los canales de comunicación más activos e influyentes y, por otro, la apreciación unánime de la cada vez mayor demanda ciudadana de participación e interactividad con sus representantes, que si bien es posible realizar al modo tradicional -es de decir de forma presencial- se multiplica exponencialmente, a través de la participación en lo que se ha dado en llamar política 2.0.

Si esto es así de evidente, se preguntarán cuales son la desventajas de dicha participación, que provocan que la mayoría (sí, la mayoría) de los políticos, no tenga perfiles en facebook o mucho menos en twitter. Pues sólo hay una: el miedo a cometer un error.

Acostumbrados como estamos a escenarios de debate, en las distintas sedes parlamentarias, organizados y tasados en sus tiempos; donde las interrupciones son consideradas una descortesía y donde las intervenciones pueden ser preparadas con mucho tiempo de antelación. La participación en un espacio tan vivo y tan interactivo como twitter provoca a la mayoría, lisa y llanamante, miedo escénico.

Traigo todo esto a colación, aprovechando la muy reciente polémica en twitter provocada por @elenavalenciano quien durante su tuiteo del partido España-Francia, cometió el error de preguntar por la «fealdad» de uno de los jugadores franceses. El error fue doblemente grave, dado que esta «fealdad» viene provocada por un accidente que sufrió siendo niño, cuestión que obviamente la dirigente socialista no conocía.

Como en otras ocasiones twitter se «incendió» con comentarios sobre el tuit de Valenciano, que inmediatamente pidió disculpas. Algunos de los que participamos en esta red social, de forma singular dada su relevancia pública @gonzalezpons, o yo mismo, disculpamos este tropiezo y pedimos que no se crucificara a alguien por un error en un medio donde tan fácil es para cualquiera cometerlo. Curiosamente una parte de las críticas se desvió a quienes intentábamos minimizar el desliz.

Sólo quien hace cosas se equivoca y sólo quien tiene el valor de interactuar con, en ocasiones, miles de seguidores, yerra. Yo lo he hecho y seguramente lo haré y aunque tengo muchas razones para criticar las opiniones y los hechos de Elena Valenciano, que no cuenten conmigo para un auto de fe por un error cometido en ejercicio de algo que muchos no se atreven a hacer, que no es otra cosa que escuchar y hablar con los ciudadanos. Participación de los políticos en las redes sociales sí, debate sí, aceptación de las críticas sí. Compasión ‘on line’ también.

Ángel Garrido García
Presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid
@angelgarridog

“El Canal de Isabel II y el agua de Madrid ya es de todos los madrileños” por Miguel Aguado

Hasta mediados del siglo XIX, los madrileños bebían las aguas subterráneas extraídas mediante un complejo sistema de pozos, minas y galerías, los conocidos «viajes de aguas», que captaban, drenaban y transportaban el agua hasta las numerosas fuentes públicas dispersas por todo el casco urbano. Aquí, eran los aguadores quienes transportaban el agua hasta las viviendas de las familias más acomodadas. En los barrios obreros y populares, las mujeres eran quienes más a menudo acudían a rellenar sus cántaros a las fuentes.

Aunque se hicieron diversos proyectos para abastecer de agua a la capital desde mediados del siglo XVIII, no es hasta 1848, cuando fue definitivamente aprobada la memoria de un proyecto provisional del abastecimiento a Madrid, con aguas del río Lozoya. El proyecto estaba redactado con tal previsión que era más que suficiente para abastecer a una población doble de la que existía. Aunque parecía algo fantástico para la época, tenía, en realidad, tal visión de futuro que en la actualidad siguen funcionando parte de las instalaciones originales.

El pasado 18 de junio se cumplieron 161 años desde que, siendo Reina de España Isabel II, se dictó el Real Decreto, refrendado por Juan Bravo Murillo, presidente del Consejo de Ministros en esos momentos, en el que se disponía que el Gobierno realizara la ejecución de los trabajos a través de un canal derivado del río Lozoya, que llevaría el nombre de Canal de Isabel II en honor a la soberana.

El Canal de Isabel II nació como proyecto definitivo para solucionar uno de los más graves problemas que arrastraba Madrid: la necesidad de agua para el consumo de sus habitantes que, por aquel entonces, sobrepasaba la cifra de doscientos mil. Autorizada la creación del Canal comenzaron inmediatamente las obras para conducir las aguas del Lozoya por vía rodada hastala Capital. Conuna visión de futuro se diseñó para abastecer a cuatrocientos mil habitantes.

La realización de este proyecto, que representa una de las mayores obras de ingeniería de los últimos siglos, significó uno de los desafíos técnicos más destacados de la ingeniería contemporánea, una auténtica hazaña que aunó los saberes y experiencias de los mejores ingenieros de la época y el esfuerzo de un colectivo humano que trabajó en la construcción de grandes presas y acueductos en condiciones muy adversas.

Desde entonces los madrileños conocemos y gozamos de las ventajas de tener agua corriente en los hogares de toda la región. Un agua de calidad, conocida y apreciada en toda España. Un verdadero símbolo de nuestra ciudad y de toda la Comunidad de Madrid. Un servicio público ejemplar y un Patrimonio histórico-industrial de todos los madrileños durante varias generaciones.

Nuestros abuelos, nuestros padres y nosotros mismos nos hemos sentido orgullosos y conocedores, de una forma práctica a través del Canal de Isabel II, de la importancia de lo público, es decir de lo de todos. Hemos creído que en tal caso avanzaría y mejoraría. Pero hay veces que los gobernantes con poca o ninguna visión de futuro y de lo colectivo, toman decisiones erróneas.

Por una ley aprobada el 29 de diciembre de 2008, el gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó la privatización del Canal de Isabel II. Es decir convertir en negocio para unos pocos, lo que era y es un patrimonio y un servicio de todos, un servicio público. Algo que parecería impensable para nuestros abuelos, hoy algunos de sus nietos lo han visto como posible: privatizar el agua.

Ya lo dijo el poeta Inglés Charles Caleb Colton en los mismos años de la creación del Canal de Isabel II: Volver la vista atrás es una cosa y marchar atrás, otra.

Una multitud de entidades ciudadanas, sindicales, vecinales, sociales, partidos políticos y una amplia mayoría de los ciudadanos decimos NO. Es nuestra, es de todos y queremos que siga siéndolo.

Así se dijo en el referéndum del pasado 4 de marzo de forma clara y contundente, así se está trasladando en multitud de actos y reivindicaciones ciudadanas. Esta misma semana se llevarán a cabo actuaciones como la  denominada Murales del Agua, donde el próximo 24 de junio y en multitud de espacios públicos los madrileños podamos expresar que la gestión del agua nos importa, que el Canal de Isabel II es sólo nuestro y que vamos a defenderlo.

Recientemente se ha admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad, presentado por 50 senadores socialistas contra la privatización. Parece evidente que lo público y de todos debe protegerse frente a los que ven en ello nuevas oportunidades de negocios oscuros e interesados.

Considero que es un desatino la privatización del Canal de Isabel II:

  • Porque no tiene justificación desde ningún punto de vista (ni económico, ni técnico, ni social) y sin embargo puede conducir a la prestación de peores servicios, a un mayor coste del agua, tal como se ha demostrado en privatizaciones similares como el caso de París y a un empeoramiento de las condiciones de sus trabajadores.
  • Porque el objetivo fundamental de una empresa con accionariado privado es el beneficio y no la mejora del servicio. Las nuevas inversiones y los beneficios de los accionistas los pagaremos los ciudadanos a través de la tarifa.
  • Porque la experiencia demuestra que una empresa pública es a menudo mas eficiente desde el punto de vista económico, social y ambiental, tal como lo ha demostrado el Canal de Isabel II. Aplica mejor las políticas de ahorro del agua y puede dedicar íntegramente los recursos generados a mejorar la calidad del servicio.
  • Porque el proceso adolece de un déficit democrático y falta de transparencia desde su comienzo.
  • Y porque la privatización presenta importantes lagunas legales, al obviar la propiedad del Estado de importantes infraestructuras del ciclo del agua y la voluntad de los ayuntamientos.

Por todo ello debemos considerar que:

  • La disponibilidad y al acceso al agua constituyen un derecho humano  y colectivo.
  • El agua es un bien común, patrimonio dela humanidad. No es una mercadería, un bien económico comercial. No es el “oro azul”.
  • El gobierno del agua y del conjunto del ciclo integral del agua  es responsabilidad pública.
  • La financiación de los costes asociados al gobierno del agua debe estar asegurada por la colectividad, por el Estado.
  • El agua es un asunto de ciudadanía y democracia. Toda política sobre el agua implica un alto grado de participación de los ciudadanos.

La decisión de Bravo Murillo representó un esfuerzo colectivo de gobernantes con visión de futuro y de servicio y el trabajo de varios miles de trabajadores para dejarnos a las futuras generaciones un servicio público de primera. Madrid se merece seguir gozando de agua de calidad para todos y de todos, porque tiene un pueblo que sabe apreciar lo que tiene, que sabe mirar al pasado para avanzar hacia el futuro.

Miguel Aguado Arnáez
Diputado PSOE Asamblea de Madrid

 

“Presupuestos: El precio de la mentira” por Francisco Javier López

Con los Presupuestos presentados por segunda vez por Esperanza Aguirre para el mismo año 2012, la ciudadanía madrileña se ve obligada a pagar el precio de la mentira.

Nos contaron que el déficit de la Comunidad de Madrid era del 1’3% hasta que las cuentas reales nos han demostrado que era del 2’2%. Se acabaron las ingenierías financieras de Antonio Beteta. Las cuentas no cuadran. Para muestra el botón de una deuda sanitaria que se encuentra en 1.360 millones de euros.

Así las cosas se ha evaporado la reserva de 2.569 millones que aparecía en los presupuestos aprobados a final de año. La Comunidad deberá recurrir a nuevo endeudamiento de 1.548 millones y a una reducción de 1.045 millones de euros a costa de cobrar más tasas, subir los precios públicos y ahorro de gasto. Un ajuste que golpea al conjunto de la sociedad, mientras permanecen intactos los 2.800 millones de euros de regalos fiscales extra que cada año aplica la Comunidad de Madrid en beneficio de las rentas más altas.

Las Escuelas Infantiles sube sus precios entre 60 y 140 euros. Las casas de niños de 40 a 60 euros. La emisión de tarjetas sanitarias por deterioro o pérdida suponen 10 euros en tasas. Obtener un documento acreditativo de la discapacidad, 20 euros. Pedir un certificado de grado de dependencia, 30 euros. Acudir a un centro de día costará entre un 6’4 y un 43 % más. Apuntarse a una bolsa de empleo, 10 euros. Decenas y decenas de tasas que suben.

Todas las Consejerías ven reducido su presupuesto con graves consecuencias como el deterioro en tratamientos de SIDA, Cáncer o esclerosis múltiple. La reducción de un 80% en las partidas de políticas activas de empleo en una Comunidad azotada por el paro. La reducción de las partidas destinadas a combatir la violencia de género. La caída de las inversiones, desde los ya escasos 884 millones de euros hasta los 503 incluidos en el nuevo presupuesto.

Se aprovecha el Presupuesto para modificar leyes como la del suelo, para dejar en manos del Gobierno cambiar unilateralmente planes de Urbanismo municipales para facilitar la puesta en marcha de proyectos que creen empleo. Blanco y en botella, la ley Eurovegas. Unos Presupuestos que introducen nuevos recortes salariales y la pérdida de 10.000 empleos en el sector público y otros tantos en el sector privado dependiente de la Administración Autonómica.

Unos Presupuestos que nos hunden en la recesión, la crisis y el paro. Hará bien Esperanza Aguirre en retirar el proyecto y abrir un proceso de negociación política y de concertación social. Hará bien en abrir la deuda del diálogo y abandonar la de la imposición.

La imposición nos hunde en el conflicto. Los madrileños saldremos a la calle ante cada recorte injustificable. La próxima cita el 20J entre Neptuno y Sol para combatir la reforma laboral y los ajustes que destruyen empleo y debilitan la cohesión social.

 

Francisco Javier López Martín
Secretario General CCOO Madrid

“Los prestamistas intuyen que al coste actual nos sale a cuenta hacernos un sinpa” por Ramón Zarate

El sábado se concretó una evidencia nacional, la imposibilidad de conseguir a corto plazo una cantidad escalofriante de miles de millones de euros, o billones de pesetas para los euro/escépticos. Por delimitar el asunto, un mínimo del 3% del PIB y hasta un máximo del 10%, o entre 30.000 millones y 100.000 millones. Superada esta primera fase, el reconocimiento de las vergüenzas, y sin fe alguna en que se asuman responsabilidades al margen de alguna frase del tipo perdón no se volverá a repetir, nos gustaría soltar algunas reflexiones sobre los dimes y diretes del fin de semana.

Éxito del gobierno. Puede calificarse de esta forma que hayan logrado evitar una intervención en toda regla, que entre otras cosas hubiera aportado un nuevo dato histórico: el gobierno actual sería el que menos tiempo hubiera estado con las riendas del poder, en la época moderna. Pero tildarlo de esta forma, éxito, cuando se reconoce la incapacidad de determinar un agujero, parece de todo menos utilizar el lenguaje en su justa medida.

Encumbrar a titular el adjetivo, simplemente porque se limitan las condiciones del préstamo a temas exclusivamente bancarios, como tipos de interés y plazos de amortización, nos parece al menos incorrecto. Lo apuntado en declaraciones, son solo algunas de las condiciones mínimas, pero todo buen prestamista, sabe que el éxito de las operaciones está no solo en el interés pactado, sino en recuperar lo invertido. La letra pequeña, la conoceremos poco a poco, no sin ayuda de terceros, porque las partes no están muy interesadas en darle publicidad. Se llama condicionalidad.

¿Por qué no se limita la cantidad? Sencillamente porque se desconoce. La cifra es aproximada, entre 30 mil y 100 mil, pero millones de euros. Como no suena nada convincente la respuesta, se hace necesaria la intervención de terceros independientes, generadores en parte del problema, en sustitución, Banco de España, de quienes fueron incapaces de preverlo. En quince días ponemos nombre y apellidos al sistema financiero español, esperamos que esta vez sea de verdad.

Consecuencias. Depende del cromo, perdón instrumento financiero, pero a estas alturas parece más un juego de trileros que otra cosa, lo digo por lo que intervienen en la partida.

Hagamos un repaso de las posibilidades:

– Los tenedores de acciones, que descuenten lo peor, algo a lo que se inyecta capital, en principio es que vale bien poco o nada. Sólo un matiz, esta afirmación es válida para aquellos que salgan en la foto, con sonrisa incluida, los próximos días. Para entendernos, que necesiten recapitalizarse, para el resto, no estar en la lista puede implicar subidón.

– Para los que tienen acciones preferentes, la lógica de la mentalidad prestamista, apuntada anteriormente, implica reducir todo gasto no necesario para generar beneficios, y los intereses de estos títulos parece razonable pensar que no están entre los mismos. Dos problemas más. No tienen liquidez ni vencimiento. No más comentarios.

– Los bonos subordinados. Los efectos pueden limitarse a la suspensión de los derechos, cupones. Esto implica caída en sus precios y posibilidad de rentabilidades en mercado secundario de dos dígitos. En estos casos, hay luz al final del túnel, porque a vencimiento, si la entidad no desaparece antes, el inversor recuperará lo invertido.

– Los bonos senior. En principio, serían los más beneficiados con el default, reestructuración, recapitalización o cuantas palabras queramos utilizar para expresar lo mismo, pero no les exime de quitas parciales y/o ampliación vencimientos con cupones más reducidos. Precedentes muy cercanos en el tiempo existen.

¿Y nuestra prima de riesgo qué?. Pues si la cosa estaba mal, después de que metamos un porcentaje adicional a la cifra de déficit previsto, no parece que vaya a ir a mejor. Con el anuncio Europa gana tiempo para ir acotando el problema y a los problemáticos y aportar una batería de soluciones, que pueden ir desde bajadas en los tipos con interés y de interés, nuevos préstamos y/o recompra de bonos soberanos. Las partes lo saben, y por eso solo se mueve en precio y rentabilidad la curva de bonos del tesoro a corto y medio plazo, hasta 5 años. El bono a diez años patrio es un mero diferencial contra el germano, que se compra cuando las rentabilidades superan un umbral. Pero quedarse corto, nunca mejor dicho a corto plazo, no parece que sea la estrategia seguida por el mercado. ¿Por qué razonamos así? porque si no podemos pagar una cuenta mínima de 30.000, no olvidemos que todavía tenemos pendiente una de aproximadamente otros 30.000 para el Tesoro y otra de la misma cantidad para las Comunidades Autónomas, y los prestamistas intuyen que al coste actual nos sale a cuenta hacernos un sinpa.

Ramón Zárate
Socio director de EmásI EAFI

“Mis calzoncillos bio” por Antonio Quilis

Gracias suegra por haberte acordado de mi y regalarme dos paquetes de calzoncillos por el día de mi cumpleaños. Curioso regalo, pero tal y cómo está el entorno económico se agradece el detalle de recibir 8 unidades de prendas íntimas… Todavía me llama más la atención que me haya regalado una prenda interior elaborada con algodón orgánico. Sí, recibo unos calzoncillos biológicos, como los que me gustan a mi. Una prenda, marca blanca de una gran superficie, con mucho contenido en su interior…

Aunque pueda sonar un poco a sorna y puede que hasta alguna sonrisa habré arrancado a algún lector, estamos ante un tema muy serio. Además de la alimentación, otro de los factores que más despiertan la preocupación es nuestra segunda piel. Es el envoltorio que nos define, nos marca un estilo y nos protege. Las prendas están en contacto permanente con nuestro cuerpo, con nuestra piel, arropando hasta las zonas más íntimas.

No duden en imaginar cómo se producen los intercambios entre nuestro cuerpo y lo textil, sustancias que se adentran en nuestro organismo, como la de los desodorantes, e interactúan con nuestra piel. Cada vez más personas buscan prendas con sellos orgánicos sin ningún tipo de tratamiento químico para paliar o evitar alergias. Recientemente publicamos una entrevista a Rocío Herrero, emprendedora e impulsora de la marca eco ISSIE, en la que nos cuenta que son las mujeres las que más buscan este tipo de ropa porque son las más sensibles a los productos y padecen más reacciones a las prendas “convencionales”.

El regalo en cuestión llevaba colgando la etiqueta con el sello «textiles de confianza». Un vistazo a la página de Oeko – Tex nos proporciona una idea de la cantidad de sustancias tóxicas que pueden alojarse en las prendas convencionales y ser susceptibles de ser hasta cancerígenas. Para proporcionar una razón más a este escrito aparentemente tan íntimo, no hay que olvidar que la industria textil es, tras el petróleo y el café, la tercera materia prima con más importancia global y pongo, como ejemplo, el impacto ambiental tremendo que se produce en China.

Otro detalle, que me da más razones para realizar compras con conciencia, es la mención en la etiqueta de mis nuevos calzones que me anuncia que el algodón está desprovisto de OGM (Organismos Genéticamente Modificados). ¡Ahí es nada!

Antonio Quilis Sanz
Director El Mundo Ecológico 
Director de comunicación y marketing El Bosque
@AntonioQuilis

“Tarifas eléctricas: Usura y abuso” por Francisco Javier López

Llevamos años oyendo hablar del “déficit tarifario”.  Nos cuentan que los consumidores no pagamos el coste real de la electricidad.  Y es verdad.  Los consumidores pagamos mucho más de lo que cuesta la electricidad.  Y, pese a ello, en plena crisis, el recibo de la luz vuelve a subir un 7 por ciento, hace tan sólo dos meses, porque el Tribunal Supremo ha fallado a favor de Iberdrola y Endesa y en contra de la congelación de la Tarifa de Último Recurso, la que pagamos los pequeños consumidores.

Todo empezó con la obsesión “liberalizadora” del primer gobierno Aznar, allá por 1997, siguiendo los designios, una vez más, de Bruselas y su Gobierno de tecnócratas europeos.  Se nos vendió que la libre competencia abarataría los precios de la luz.  Las eléctricas pusieron el grito en el cielo, porque no podrían recuperar las inversiones realizadas.  Era mentira, porque estas empresas actúan como un oligopolio perfecto, que no compite, ni admite nuevos socios.

Aznar les regaló entonces los Costes de Transición a la Competencia (CTC) para proteger a las eléctricas de las supuestas pérdidas, estableciendo pagos de hasta 8.600 millones de euros, mientras los precios, lejos de bajar, terminaron subiendo.  Hasta 2006, las eléctricas se embolsaron 12.000 millones de euros adicionales por los famosos CTC.  Subieron los precios, amortizaron inversiones y se embolsaron pingües ganancias. Negocio redondo.

Luego encontraron la gallina de los huevos de oro, con el sistema para fijar los precios.  Un curioso sistema, según el cual el precio de la electricidad se fija cada día en una subasta, en la cual, primero, se subastan las energías  más baratas, la nuclear y la hidroeléctrica.  Luego se van poniendo a la venta las más caras.  El precio final de toda la energía es el que haya resultado más caro.  Terminamos pagando al precio más caro, las energías más baratas.

Como además las contadas empresas generadoras, son las mismas que distribuyen la  energía eléctrica y las que la comercializan, siempre ganan, pase lo que pase, porque controlan todo el proceso. La famosa liberalización sólo produce altos beneficios a costa de altas tarifas para los consumidores, que terminamos pagando chirlas a precio de ostras.

Así, entre 2007 y 2009, los beneficios de las eléctricas han sumado 12.500 millones de euros más a los ya ganados con las CTC.  Ganan en la factura y ganan con los ingresos extraordinarios del Estado, que salen de nuestros impuestos.

A ese cuento chino, lo llaman Déficit Tarifario.  Estamos ante un mercado mal regulado y falsamente liberalizado.  Ellos se enriquecen y los consumidores finales, especialmente las familias, nos empobrecemos.

En plena crisis, lo normal, lo sensato, sería modificar la regulación de los precios, para adaptarla a los costes reales de generación de electricidad.  Pero la sensatez es mucho pedir a unos gobernantes que representan intereses económicos y que acaban sus días políticos en los consejos de administración de las eléctricas.  Por eso vuelven a subir un 7 por ciento el precio de la luz.  Pagamos demasiado, pagamos en exceso.  No merecemos este trato, pero es lo que obtenemos cada vez que encendemos la luz.

Es urgente una reforma del sistema tarifario de las eléctricas, antes de que estalle una nueva burbuja especulativa.

 
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid