“Mitos sobre la “calidad” de los embriones” por J. Alonso Zafra
lunes, 16/11/2015 Deja un comentario
Una de las preocupaciones que tienen las mujeres que están sometiéndose a un tratamiento de reproducción asistida es la ‘calidad’ de los embriones y a menudo, por no decir siempre, el hecho de que sea buena o menos buena significa una gran alegría o un disgusto que casi siempre son muy prematuros.
Lo primero es explicar la razón por la que clasificamos los embriones, y es para poder elegir, cuando es necesario, los que tienen mayor probabilidad de implantación.
¿Como se clasifican los embriones?
Existen viarias formas de clasificarlos , desde el inicio de la corta vida de la reproducción asistida la única herramienta con la que hemos contado es la morfología, es decir, la observación de las características del embrión a los ojos del embriólogo y teniendo en cuenta algunos elementos objetivos (número de células, simetría, porcentaje de fragmentación…) y otros subjetivos que cada uno aplica según su criterio. En los últimos años se han incorporado nuevos criterios gracias a la mejora de la tecnología y a los sistemas de cultivo con observación ‘time lapse’. Gracias a estos avances se pueden incluir en la clasificación de los embriones parámetros relacionados con la cinética, es decir, cuando y como se dividen las células a lo largo del periodo de cultivo. También existen sistemas que miden la actividad metabólica de los embriones, es decir, cuantos elementos consumen o transforman en el medio de cultivo en el que se encuentran.
A mi modesto entender, la elección de la palabra ‘calidad’ para denominar el resultado de este análisis es un error y contribuye a crear falsas conclusiones entre nuestras pacientes y en algunos colegas. Por esto prefiero sustituir esa palabra por ‘categoría’ que tiene implicaciones mas de clasificación y menos maniqueas.
¿Que significa mejor o peor categoría?, de forma muy genérica, mayor o menor probabilidad de implantación, solo comparada con los embriones de un mismo ciclo en una misma paciente. Dicho de otra manera, es muy probable que embriones de categoría ‘D’ (la menos buena) de una mujer de 25 años, implanten con mas frecuencia que los de categoría ‘A’ (la mejor) de una mujer de 42 años.
La categoría de los embriones no debería tener mucho interés para las mujeres en tratamiento, hay muchos niños con nombres y apellidos que fueron embriones categoría ‘D’ y muchísimos mas embriones categoría ‘A’ que se convirtieron en una ‘Beta negativa’ . Por el contrario si es importante para evaluar la calidad y, ahora si es correcta la utilización de esta palabra, del trabajo del laboratorio y de sus condiciones de cultivo, ya que puede compararse el porcentaje de embriones de una u otra categoría que se obtienen en un laboratorio con otros centros para determinar si se alcanzan los niveles que las sociedades científicas establecen como estándares de calidad adecuados.
Dr. J. Alonso Zafra
Instituto para el Estudio de la Esterilidad