“Más se perdió en Cuba” por Guillermo Infantes Capdevila
miércoles, 09/04/2014 2 comentarios
Esta frase tan común que utilizamos en referencia a la pérdida de Cuba en 1898, cobra un significado muy diferente en el caso de Ángel Carromero, joven afiliado a las Nuevas Generaciones del Partido Popular que, presa de un ataque de compromiso hacia el pueblo cubano, emprendió un viaje de aventuras a lo más puro estilo Phileas Fogg en el verano de 2012. Esta aventura se vio truncada por la accidental muerte de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero en un fatal accidente de tráfico en el que estaba implicado el dirigente de los jóvenes del PP y que muchos achacan al gobierno cubano.
“Muerte bajo sospecha” es el libro que ha parido recientemente el insigne secretario general de las Nuevas Generaciones del Partido Popular donde, al parecer, relata su cautiverio en Cuba mientras se le quería imputar un delito por homicidio imprudente ─era él quien conducía el vehículo siniestrado─ antes de su devolución a España y puesta en libertad con el tercer grado. En la presentación de su obra literaria expresó sus sentimientos durante los días que permaneció en territorio cubano tras el accidente: “no sabía qué iba a pasar de mí”. Fina prosa. También aseguraba a los asistentes al acto que, colateralmente, su vida acabó junto a la de los dos disidentes fallecidos y comparó su vídeo al de un secuestrado por Al-Qaeda.
Querría hacer una pequeña comparación ─si es que cabe comparar─ entre el cautiverio y posterior liberación de Ángel Carromero y los dos periodistas recientemente regresados de Siria: Ricardo Vilanova y Javier Espinosa, que tras llevar seis meses cautivos por un grupo de islamistas radicales han sido recientemente puestos en libertad.
Vilanova y Espinosa son dos grandes reporteros que, desde hace años, se juegan la vida en conflictos armados para relatar a la sociedad las atrocidades que se cometen en las guerras, la crudeza de un país en conflicto bélico y las revoluciones como las Primaveras Árabes. Javier Espinosa, corresponsal destacado del diario El Mundo para Oriente Medio, goza de varios premios de periodismo como el Rey de España (2000) y, Ricardo Vilanova, fotoperiodista, lleva 15 años trabajando en información internacional para medios como Al-Jazeera o la agencia Reuters, habiendo pasado por países como Libia o Afganistán.
El perfil de Ángel Carromero es peculiarmente diferente: Como vicesecretario general de la organización juvenil del PP de Madrid, logra hacerse un hueco en los distritos de La Latina y Moratalaz como asesor desde 2009 a 2012. A la vista del XII Congreso de NNGG de Madrid, Carromero ─según aseguran fuentes de la organización juvenil─ comienza una campaña como futuro candidato a la ejecutiva que incluye un épico viaje a Cuba en solidaridad a los disidentes cubanos. El sueño de regresar victorioso fue frustrado por el fatídico accidente, lo que le imposibilitó presentarse como cabeza de lista para las elecciones a la directiva de NNGG de Madrid por decisión de personalidades del propio partido. Esto hace que Carromero sólo pueda ocupar el segundo puesto de la lista ganadora, resultando en octubre de 2013 secretario general y haciéndose con la presidencia la concejala de Torrejón de Ardoz Ana Pérez Baos.
Durante la etapa de Ángel Carromero como vicesecretario general y número tres de Nuevas Generaciones (hasta el XII Congreso) varias agrupaciones de la organización juvenil del PP denuncian que se está imponiendo desde la ejecutiva regional ─más concretamente Ángel Carromero─ las personas que formarán parte de las directivas de las agrupaciones sin pasar por sus respectivas asambleas. Esta política viene recogida en los estatutos de NNGG, pero sólo para aquellas agrupaciones que no lleguen al centenar de afiliados. Lo que se propició desde la ejecutiva regional fue que esas agrupaciones siguieran contando con un número inferior a cien de afiliados, retrasando las nuevas afiliaciones que (¡oh, casualidad!) pasaban por el vicesecretario general, Ángel Carromero, con el objetivo de seguir controlando desde la directiva regional las agrupaciones más críticas con sus políticas.
Es complicado establecer cierto paralelismo entre las historias de los periodistas y del actual secretario general de NNGG. Probablemente ambas sean merecedoras de ser contadas a sus respectivos nietos en un futuro por la relevancia que han cobrado. Una estará cargada de vigor, valentía y buen hacer; otra de ambición, mediocridad y falsa épica.
De todas maneras, “Calidad bajo sospecha”, perdón, “Muerte bajo sospecha” seguro que nos despeja muchas de las dudas sobre el cautiverio de Carromero.
Guillermo Infantes Capdevila Representante estudiantil UC3M