“No quiero crecer” por Antonio Quilis

Lo reconozco, no quiero. No quiero crecer. No hablo de mi altura ni de mi madurez. No quiero gastar más, ¿no puedo y/o no me dejan? Quiero que desaparezca la presión consumista, que los datos de crecimiento sean negativos y que los índices de precios también. Que las ventas caigan en picado. Que bajen los precios de los servicios. ¿Qué caiga más la bolsa? ¡Sí! Que baje la hipoteca del banco que tiene mi casa.

Quiero que se recicle más gastando menos. Quiero eliminar al contaminador y premiar lo natural. Quiero menos desplazamientos en coche y que a su vez consuman menos CO2. Deseo ver un consumo responsable y que los recursos sean más abundantes, no para ser explotados, sino para ser disfrutados desde la necesidad más básica. No quiero, quiero, no quiero….

No me apetece seguir en el modelo actual de desarrollo económico. Nos han acostumbrado a que lo lógico y normal es que todo crezca, que el contexto económico válido y lógico sea el crecimiento. Deseo todo lo contrario, lo que significa decrecimiento sostenible, por encima de todas las cosas, sin menoscabar la salud, la educación y el equilibrio natural de la existencia de cada uno de nosotros.

Dos ideas: seguir viviendo consumiendo menos. Disfrutar cada vez más de la vida gastando menos. Parece que todo esto es imposible y puede que lo sea. Esta desordenada lista personal de anhelos que se contradicen y que suenan a utopía me confunde. Pero me hace pensar que algo no funciona en nuestro sistema. En los últimos años, hemos tenido que crecer, gastando lo que no teníamos. ¿Estamos locos? Creo que ahora nos toca decrecer de una manera sostenible. Con orden.

La necesidad de ser eficientes: no al recorte

Desde el más absoluto desprecio a la desidia sale mi siguiente reflexión. Hace meses que se airean y se aplican los recortes institucionales y aparecen cada vez más datos para cuestionarnos la validez de algunos gestores. Ahora van a ver dónde está el derroche, el sinsentido del gasto, pero no desde la responsabilidad y la eficiencia. Hace unos días, Metro de Madrid envió una nota de prensa en la que se hacía gala de una sorprendente acción de ahorro: se decide que se van a apagar las luces, las máquinas expendedoras y las escaleras mecánicas cuando no se usan (de noche) y se instalará iluminación de bajo consumo. Increíble que nadie se percatara hasta ahora de este derroche inexplicable que no pondríamos en práctica ni en nuestra propia casa. Se aplica el ahorro dentro de la necesidad de no gastar y recortar, no desde una necesidad anterior por ser más eficientes, de consumir lo imprescindible. Cuando se «crecía» no había necesidad de eficiencia. Sólo de malgasto. En estos momentos, las empresas aplican las medidas de eficiencia como política ambiental, pero detrás de ellas existe un claro ánimo de ahorro. Todo lo que no se consuma no se gasta, nos deja mayor margen para el beneficio o para ser más competitivos.

Desde hace siglos, en nuestro Planeta, lo natural parecía que todos los estados, las empresas y las personas buscaran el crecimiento -económico, geográfico, demográfico, personal…- como fórmula de éxito y como forma de vida. Lo que se denominaba el progreso. Pensando un poco en la evolución de la humanidad, nuestro instinto natural de supervivencia, una vez superados los peligros básicos, se ha movido hacia la persecución del bienestar. La tarea de sobrevivir ha desaparecido cuando creíamos tener domada a la Naturaleza. Ha aparecido la enfermedad por tener, poseer y acumular. Enfermedad que en menor o mayor medida todos padecemos.

Tener más, crecer y gastar

Es muy importante para el sistema que se perciba esta búsqueda del bienestar como el acaparamiento de más cosas, más patrimonio, más saldo en nuestra cuenta, mejor empleo y salario y mejores perspectivas de vida. No hago distingos ni de países ni de economías, porque el sistema actual incita a la mejora económica personal y colectiva, en prácticamente todo la Tierra, aunque hablemos de zonas del mundo sumidas en la pobreza. Nos estamos vendiendo a nosotros mismos un modelo de consumo y desarrollo basado en tener más, crecer y gastar. Tener, crecer más y gastar. Tener, crecer y gastar más. Y así cíclicamente, incansablemente, hasta agotar lo que parecía inacabable.

Una vez sumidos en tan pasmoso estado de posesión, en esta crisis nos entran los miedos por perder cosas, bienes o estatus. Creo que el acojone actual, es un miedo basado en el apego a la propiedad y a las situaciones. En la actualidad, todos tienen pavor a no tener, a menguar, a decrecer. Como dice una amiga mía “este miedo te pasa por tener cosas. Si no las tuvieras no manifestarías el miedo a perderlas”. Toda la razón del mundo en esa frase. La última reflexión: tenemos pavor a perder porque tenemos algo y porque también nos incitan el miedo a dejar de tener, a sentir el vacío.

Una economía sostenible está basada en poder atender a todos sin hipotecar los recursos. Un desarrollo sostenible no puede estar ligado a la palabra crecimiento. Esta verbo, crecer, significa gastar más.

Arruguémonos, mengüemos y adoptemos un tamaño natural y lógico. Sea feliz con menos.

Antonio Quilis Sanz
@AntonioQuilis
Director de El Mundo Ecológico
Director de comunicación de El Bosque Madrid Sierra

“Descanso Dominical…” por Carmen Guijorro

Lo difícil para aquellos que somos Equipo de Gobierno a día de hoy, es decir no. Lo difícil es continuar levantándote cada mañana y acudir al puesto de trabajo a sabiendas que afrontarás nuevos problemas y que te verás obligado a tomar decisiones impopulares que no te gustan ni a ti mismo. Lo difícil es decir NO, cuando la gente está tan acostumbrada a que le dijeran siempre sí, pero sin advertir de las consecuencias.

¿Acaso un traficante que vende  drogas, habla a sus clientes de las futuras consecuencias del “Viaje de su vida…”

Lo difícil no es quejarse en el bar, decir que todo está muy mal, que “yo lo haría mejor”, que ese no tiene ni idea…etc. Lo difícil es tomar la decisión de involucrarte en hacer algo y en tomar decisiones, aún a sabiendas de las consecuencias que pueden tener en un futuro, para tu imagen, para tu bienestar personal, familiar, sentimental…

No es difícil para el médico decirte que estás bien de salud, lo difícil es decirte que tienes cáncer y que te mueres. Para él, no es difícil darte el alta cuando estás sano, lo difícil es someterte a la quimioterapia, incluso conociendo las consecuencias.

Lo difícil es hacer recortes, ajustes, equilibrismo financiero para curar el cáncer económico en el que estamos inmersos. Lo difícil es tener que decir adiós a un compañero por los recortes económicos. Lo fácil y lo agradable es darle la bienvenida. Pero sólo aquellos que tenemos esa responsabilidad, hemos de evaluar a diario, pues hoy tendremos que decir adios a diez por mucho que duela, para que mañana no tengamos que decir adiós a cien, con cien veces más dolor.

No es difícil contratar, lo difícil es prescindir de alguien. Más aún, cuando de ese alguien se ha de prescindir, no por una falta de valía o dedicación laboral, si no por economía.

No es difícil decir toma, lo difícil es decir dame. Lo difícil es decir he de hacer esto, incluso cuando dije que no lo haría. Lo difícil es ajustar horarios de transporte, no ampliarlos. Lo fácil es dar comida cuando hay mucha, lo difícil es repartirla cuando hay poca, pues siempre serás injusto con alguien.

Lo fácil hoy es abandonar el barco, y mirar para otro lado. Lo difícil es permanecer en pié cuando pierdes extremidades. Y por mucho que algunos deseen guardar la ropa para cruzar esta tempestad, los que gobernamos lo hacemos contra viento y marea, y además nos llueven tormentas desde el cielo, así es difícil mantener la ropa seca.

No puede haber nadie, que se considere mínimamente inteligente, que afirme con absoluta creencia que lo que hoy pasa, que lo que hoy hay que recortar, ajustar o equilibrar, no es producto de los últimos años, de los “No estamos en una crisis económica”, “brotes verdes” o “champions leagues económicas”. El que lo afirma y lo defiende, el que busca culpables mirando décadas atrás, en el fondo sabe que se miente.

Pero la vida es libre e inteligente y por ello nos dotó de una paradoja tan enrevesada, que casi nos da un poder inconmensurable: “No hay nada más fácil y más difícil al mismo tiempo, que mentirse a uno mismo”. Y para hacer lo correcto, tendrás que tomar una decisión, cuya verdadera dificultad no estará en tomarla, estará en decidir algo, aun siendo consciente de sus consecuencias.

A los que gobernamos… hagamos lo que tengamos que hacer para acabar con esta situación que arrastramos desde hace años, y después que el tiempo sea quien juzgue si hicimos lo más fácil o lo más difícil.

Dejemos de pensar en lo fácil y hagamos lo difícil. Hagamos lo necesario, porque ya habrá tiempo para cambiar políticos como fichas de ajedrez. Pero, o nos remangamos y nos ponemos a trabajar por aquello que nos une, o quizás más pronto que tarde, nos veamos luchando entre nosotros por aquello que nos separa.

PDT: Ya pasó una vez… No caigamos en el mismo error, y demostremos que el pasado sirvió para algo, aunque fuera de mal ejemplo.

Carmen Guijorro Belinchón
Presidenta del PP de SMV
Alcaldesa de  San Martín de la Vega.

 

“Ridículo olímpico” por David Sañudo

Al Comité Olímpico Español le ha salido redondo el asunto de la equipación para Londres: nos sale gratis y encima no se habla del ridículo papel que volveremos a hacer en unas olimpiadas.

No busquemos la excusa fácil de las lesiones de Rafa Nadal o Samuel Sánchez, esto va más allá, porque no tiene lógica que un país que en fútbol, baloncesto, balonmano, tenis, ciclismo… es una potencia mundial, sea un combinado de “cuarta categoría” en las pruebas reinas de los Juegos: atletismo y natación.

Hace cuatro años, en el Nido de Pájaro de Pekín, casi 150 atletas recibieron medalla. ¿Españoles? Ninguno. La situación es más crítica si tenemos en cuenta que 42 países diferentes sí consiguieron un metal.

En el Cubo de Agua de Pekín se repartieron, en 2008, 102 medallas. ¿Para España? Ninguna. Pero sí tocaron metal Zimbabue, Túnez, Eslovenia, Austria o Dinamarca; por no hablar de Gran Bretaña, Holanda, Japón, Francia, Italia o Alemania, que son potencias en el agua.

Uno entiende que un español no vaya a ganar los 100 metros lisos, pero ¿por qué no los 100 metros libres? ¿Qué nos diferencia de franceses, británicos, alemanes, italianos…? La respuesta es clara: la inversión en esos deportes, la promoción entre los niños, la mejora de las instalaciones, las becas y ayudas para los deportistas…

Más allá del fútbol de Primera División y de la selección, el resto de deportes malviven con las sobras de empresas y administraciones y, en el caso olímpico, el COE no ha hecho nada para mejorar y aprovecharse del empuje de Barcelona’92. En los 80 (Moscú, Los Ángeles y Seúl), España obtuvo seis, cinco y cuatro medallas, respectivamente; en Barcelona, tocamos techo con 22 metales (13 oros), pero ese impulso no ha servido para ir a más: desde entonces sumamos 17 medallas en Atlanta’96, 11 en Sidney’00, 19 en Atenas’04 y 18 en Pekín’08; pero siempre da la impresión de que se consiguen gracias a talentos espontáneos que surgen en nuestra tierra, y no debido a una planificación, una inversión y un proyecto de futuro, como ocurre en los países de alrededor.

Así que en los Juegos de la XXX Olimpiada, España volverá a hacer el ridículo y, por desgracia, no solo por su vestuario (que por cierto, “tiene tela”).

 

David Sañudo
Periodista

“El PP prefiere la estética al estómago” por Sara Hernández

El PP donde gobierna ha decidido que la mejor estrategia para asegurar su poder es potenciar lo visual, lo estético en la ciudad.

Así prefiere gastarse grandes cantidades de dinero en hacer jardines, decorar fuentes, cambiar rotondas o poner en marcha campañas de marketing. Es el caso paradigmático de Getafe, que en los últimos meses ha puesto en marcha acciones de esta naturaleza por un valor cercano al millón de euros, al que hay que sumar otro millón en la compra de coches para el Ayuntamiento.

 ¿Esto es necesario en época de crisis? ¿Un Gobierno que hace esto hace lo que necesita la gente que tiene problemas para llegar a fin de mes?.

Está claro: el PP prefiere lo estético a lo ético, no entiende que primero está el estómago y luego está el jardín vertical (acción en la que el PP de Getafe se gasta 210.000 euros).

Pero la cosa es aún más grave. No solo no apuesta por políticas sociales para paliar las dificultades de los que peor lo están pasando, sino que se ceba con ellos incrementando tasas en universidades o escuelas infantiles, creando otras nuevas (por ejemplo al solicitar una valoración de discapacidad o dependencia), limitando el acceso a la sanidad u obligando a pagar, mas bien, repagar, los medicamentos.

En general, un recorte en servicios públicos en la Comunidad de Madrid por más de 1.000 millones de euros.

Y por si no fuera poco, el PP no favorece la creación de puestos de trabajo. Aguirre ha reducido un 80% las políticas activas de empleo y ha dicho NO a 25.000 empleos de calidad en Getafe, empleos en el sector I+D+i que nos aseguraran la salida de la crisis. El PP dice SI a Eurovegas y dice NO a la investigación y el futuro.

No podemos permanecer callados porque esto es indigno. Nos merecemos otros Gobiernos que luchen por nosotros y no nos pongan permanentes dificultades. Esto no está bien y hemos de decirlo alto y claro.

Somos una sociedad madura, demostremos que el pan y circo es producto de otras épocas felizmente superadas.

Sara Hernández
Secretaria General PSOE Getafe

“La partícula de Dios” por José María Fraile

Desde el 1.963, año en el que se formulo la teoría, los científicos están buscando el famoso «Bosón de Higgs», más conocido como ‘la partícula de Dios’.

Las noticias que inundan estos días los medios de comunicación sobre el asunto me llevan a pensar si este gran acelerador de partículas donde se realizan los ensayos, serviría para encontrar salida a la angustiosa y profunda crisis que vivimos. Puede parecer mentira, pero parece que va a ser más fácil encontrar aquello que podría explicar el origen del universo, circunstancia que ocurrió hace miles de millones años, antes que la solución a la situación que vivimos y que podríamos fechar con la caída del Lehman Brothers (15 de  septiembre de 2008)

Solo han pasado cuatro años desde entonces, aunque tengamos la sensación de que ha sido  un largo y eterno periodo sin recetas válidas, con enorme sacrificio por parte de los ciudadanos de a pie y en el que se han hecho propuestas y declaraciones estúpidas, banales o incluso poco efectivas. Quizás, tenía razón Albert Einstein cuando dijo: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.

Quizás la respuesta la hayan encontrado estos días un grupo de españoles en pantalón corto en Kiev: esfuerzo, trabajo, equipo, ilusión, generosidad, orgullo de país, sentido común,  humildad,… No me atrevería a denominarles “bosones”, lo cierto es que suena bastante mal, pero sí que parecen estar tocados por la mano divina.

José María Fraile
Alcalde de Parla

 

“Enseñanzas tras la gesta” por José Carlos Boza

Es imposible, cuando se es aficionado al fútbol como es mi caso, no empezar cualquier conversación, ya sea en el trabajo, en la cafetería, con la familia, los amigos e incluso este artículo, sin mencionar el inmenso éxito de la selección española de fútbol -el éxito de España- en la reciente Eurocopa. Una victoria a la que se ha llegado poco a poco, de menos a más y alcanzando una verdadera y sana locura en el último encuentro contra uno de los equipos con más títulos, más oficio y más nombre del fútbol mundial.

Pese a que aún estamos metidos de lleno en los ecos de esa gran victoria, a la inmensa alegría también debe añadirse una reflexión, necesaria para entender las claves de la gesta de los futbolistas españoles e intentar incorporar posibles enseñanzas a nuestra vida cotidiana. En primer lugar, tenemos un grupo humano de personas jóvenes con un objetivo común en el que depositan una fe inquebrantable; y por encima de ellos, una persona como es el entrenador, que comparte y fomenta esa visión, pero que se mantiene en un discreto segundo plano, sin que por ello merme su autoridad. Y al final, cuando ya se ha realizado la tarea, todos ellos nos ofrecen la estampa de sus familias saltando al césped convirtiendo un campo ucraniano en lo que pudiera ser el parque Bolitas del Airón un domingo cualquiera.

Cuando hablo de extraer enseñanzas de este triunfo, no me refiero a que una victoria deportiva oculta las dificultades y anestesia a la ciudadanía. Ni los lectores ni yo somos tan simplistas. Los recortes –por necesarios y dolorosos que sean- están ahí; al igual que el paro, la complicada situación económica, la prima de riesgo y demás. Sin embargo, es agradable comprobar que del esfuerzo se obtienen recompensas; que siempre se consigue más desde la unidad que desde la división, que un equipo es más que la suma de sus partes y que, apoyándonos en la familia y los amigos, el camino es menos duro y el premio más dulce.

El triunfo de la Selección Española nos enseña que se puede pasar de cuartos sin renunciar a nuestra identidad; que además de vencer con nuestro sistema de juego, también podemos convencer a Europa con nuestros argumentos, que las prórrogas las juega el que llega y que aunque sea en la lotería de los penaltis, hay que estar igual de concentrados por si la suerte nos sonríe.

Son unas sencillas reflexiones en un día feliz que, por supuesto, no ocultan la realidad, pero que dan fuerzas para continuar, pelear y trabajar por ese objetivo común en el que, al margen del papel que desempeñemos en este momento -entrenador, titular, suplente, utillero o ayudante-, todos somos imprescindibles para conquistar el futuro.

José Carlos Boza
Alcalde de Valdemoro

“Un año de ataque a los derechos sociales” por Manuel Robles

Hemos cumplido el primer año de legislatura en nuestra región, y en todos los ámbitos se están haciendo valoraciones de gestión y grado de cumplimiento en los diferentes ámbitos locales, que son los que más hemos sufrido las consecuencias de una política regional del PP, de una presidenta, Esperanza Aguirre,  que cada vez se ha hecho más extrema, más alejada de la tarea de gobernar, de atender las necesidades de la región de Madrid, de sus pueblos y ciudades, aunque su gran fraude electoral lo haya vestido como siempre con el barniz populista de los actos preparados para su mayor gloria y propaganda. O poniéndose en el foco nacional con declaraciones tan impresentables como poner en entredicho las competencias de la Comunidad Autónoma, o como ha sido el caso más reciente e indigno, proponiendo la barbaridad de suprimir el Tribunal Constitucional solo porque no la ha gustado la sentencia sobre un partido vasco.

Todo esto no son intentos nada más que de distraer la atención sobre el desastre de gobierno que tenemos en la Comunidad de Madrid, donde se han realizado los recortes sociales en derechos y en servicios más graves dela democracia. Al mismo tiempo,Esperanza Aguirre ha desplegado toda una estrategia de comunicación irresponsable destinada a satanizar los movimientos sociales en defensa de lo servicios públicos y a desprestigiar a las instituciones.

El deterioro y los recortes en Sanidad y en Educación son de una gravedad extrema, sin que haya habido atención y respeto a  las movilizaciones de los colectivos profesionales y de la ciudadanía que se han producido y que sin duda van a seguir produciéndose.

En otro orden de abandono está la falta de iniciativas para promover actuaciones proactivas de fomento del empleo, donde en Madrid ya alcanza cerca de los 600.000 desempleados, a pesar de contar con la mayor iniciativa privada que tiene el propio potencial de la región donde está la capital del Estado. Se ha abandonado a los ayuntamientos y es difícil establecer acuerdos que conlleven gasto social o inversiones. De hecho, nada se sabe de Plan de Inversiones (PRISMA) del que a Fuenlabrada le queda por ejecutar 8 millones de euros. El gobierno regional no solo no atiende a los municipios, sino que a algunos les debe varios millones de euros. Concretamente al ayuntamiento de Fuenlabrada nos adeuda en torno a 5 millones de euros.

La Federación Madrileña de Municipios y su presidencia, amparada en su mayoría absoluta,  está ausente de cualquier acuerdo para demandar al Gobierno Regional asuntos relevantes respecto a Pactos de Inversiones para el Empleo,  o para atender las demandas sociales. Se hace más política de partido que de institución creada para defender los intereses de los municipios.  ASÍ NO PODEMOS SEGUIR

 Manuel RoblesDelgado
Alcalde de Fuenlabrada