«La importancia de la universidad en la competitividad de las empresas españolas» por Luis Suárez de Lezo

Se habla mucho estos últimos meses de la falta de competitividad de las empresas españolas y las dificultades que encuentran para competir en un mercado globalizado como el actual.

Hay tres aspectos claves que influyen en que las empresas sean competitivas y mejoren de forma constante. La formación continua de sus trabajadores, que permite tener el mejor talento con los últimos conocimientos y habilidades disponibles, la capacidad para internacionalizar sus productos y la innovación, tanto en productos y procesos, como en tecnología.

Centrándonos en este último punto, el de la innovación, es imprescindible que no perdamos de vista lo que una “institución de conocimiento” como la Universidad puede aportar a las empresas. Hay compañías que están recibiendo conocimiento de los grupos de investigación de las universidades desde hace años, pero son una minoría y no podemos negar que existe una considerable distancia entre las empresas  y dichos grupos de investigación y universidades.

En este sentido, ambos tienen cierta responsabilidad de esa lejanía. Por un lado, las universidades no han apostado claramente por la transferencia de conocimiento hacia la sociedad y a las empresas y, por otro, las empresas no las han ubicado como un socio estratégico en sus proyectos de innovación.

Esta situación está empezando a cambiar. Las Universidades están integrándose cada vez más en su entorno, incluyendo el entorno empresarial, y las empresas están empezando a identificar oportunidades de colaboración en muy diversos ámbitos. Los Campus de Excelencia Internacional tienen como uno de sus principales objetivos la transferencia de conocimiento y se están creando herramientas para acercar el trabajo de los grupos de investigación a las empresas, que pueden contar igualmente con Parques Tecnológicos, Centros de Investigación, Centros Tecnológicos y Clusters que también se están centrando en ofrecer los resultados de sus investigaciones.

Un ejemplo de estas iniciativas es la reciente creación de Innormadrid, Asociación para el Fomento de la Innovación en el Norte de Madrid, integrada por la Universidad Autónoma de Madrid y las Asociaciones Empresariales de Alcobendas, Colmenar Viejo, San Sebastián de Los Reyes y Tres Cantos, al amparo del Campus de Excelencia Internacional UAM+CSIC, que tiene como principal objetivo de transferir el amplio conocimiento que se genera en el Campus hacia el tejido empresarial madrileño.

Este esfuerzo que están haciendo ambas partes por encontrarse tiene sus frutos. Por un lado, las empresas se benefician de una fuente importante de innovación y de mejora de competitividad. Por otro, los investigadores ponen en valor su trabajo, que finalmente revertirá sobre la sociedad en general.

Y este circuito de beneficios para todos, es lo que tenemos que potenciar desde todos los ámbitos, públicos y privados, universidades y empresas, porque las compañías están necesitadas de mejoras competitivas y los investigadores de llevar a la práctica y transferir su conocimiento.

Luis Suárez de Lezo, Secretario General AICA

«Gazpacho y paradoja» por Antonio Terán y Pando

Epiménides, poeta cretense, afirma que todos los cretenses son unos mentirosos.

Si Epiménides dijese la verdad, por ser también él cretense, él también es un mentiroso y estaría mintiendo.

Si Epiménides miente, entonces los cretenses no son unos mentirosos, sino que dicen la verdad, y , por ser él también cretense, diría la verdad.

En consecuencia, Epiménides dice la  verdad si y sólo si miente, o miente si y sólo si dice la verdad.

Así de simple-en apariencia- se enuncia la famosa paradoja de Eubúlides de Mileto, tenaz opositor de Aristóteles y discípulo de de Parménides, junto con el cual afirmaba que  todo cambio o movimiento es imposible.

Lo profundo de la paradoja (etimológicamente, más allá de la creencia), no está en la mentira como amenaza, sino en la confusión atroz de la lógica humana.

Si cada vez que miramos al mar, hipnotizados por su fascinante belleza, pensásemos en lo inmutable de sus aguas, negaríamos, pues, el movimiento de las mismas, que convierte su fascinante atractivo en una vana ilusión.

Si fuese así, leer un libro sería como leer “el libro” pues todos los libros serían uno inmutable, completo y cuyo final es el mismo final de todos y cuyo principio es el mismo principio universal, eterno, infinito.

Es decir, “El diablo en la botella” de Stevenson, es el mismo diablo que el cojuelo, que levantaba los tejados para fisgar y, naturalmente el mismo que Belfegor o Mefistófeles y de facto todos son uno y todos están creados por un misterioso escritor sin tiempo que se digna a descubrir a algunos sólo fracciones, piezas de un  relato ignoto en su todo, inmutable.

Todos los escritores escriben lo que otros hicieron y harán, todos son Heráclito, todos Poe, todos Valera o Rosalía.

Terrible situación para los considerados “originales”. Murió la innovación. Todo es lo mismo, nada cambia: el plan está trazado.

Nosotros sólo atisbamos destellos de una obra completa, gigantesca, colosal, inmanente. A veces un monstruo cruel deja sospechar a ciertos individuos, la inmutabilidad. Éstos, luego construyen ciudades imposibles que no responden aparentemente a ninguna regla formal, descubren planetas que por ser transparentes nunca los vimos, aún cuando recorren nuestra eclíptica, aman de forma extraordinaria y muy probablemente jamás mueran.

Bertrand Russell, logró, al parecer, con la teoría de los tipos, escapar de la paradoja maldita de Eubúlides. ¿Lo logró, realmente? O quizás ya todo estaba previsto y todo estaba previamente resuelto en una posteridad que no comienza ni, naturalmente, acaba.

Éste humilde artículo, seguro que lo ha escrito alguien antes y lo escribirán muchos más después. ¡Y yo que pensaba que iba a ser la bomba! Vanitas, vanitatis.

Entonces…la fecha de caducidad del gazpacho en brick, sepultado en mi Kelvinator…¡Es una falacia!…¡Si es el mismo gazpacho que degustó Jovellanos!¡Inmutable gazpacho!

Pues, sin miedo a la intoxicación, la eventración e incluso la diarrea estival que no es episódica, sino diarrea infinita y ucrónica, me lo voy a tomar, fresquito, y me voy a quedar tan ancho.

¿Ustedes gustan?

Antonio Terán y Pando, escritor, articulista y propietario de la librería-galería de arte «El Gato Lector» (El Molar, Madrid)

«Aguirre me mata» por Lidia Fernández

Aguirre me mata. Estoy tan tranquila en mi casa y me entero de que vuelve a la carga con una propuesta que ya hizo en 2003: listas abiertas y dividir la Comunidad de Madrid en circunscripciones.

Lo mejor es el argumento: quiere dividir en circunscripciones para que el voto valga lo mismo en cualquier parte del territorio. Se le «olvida» señalar que lo que garantiza que el voto de un madrileño valga lo mismo tanto si vive en Pozuelo como si lo hace en el distrito de San Blas es, precisamente, que Madrid es una circunscripción única. Se trata de un argumento tan falaz, como el que dió cuando privatizó el Canal de Isabel II, aquel de que lo hacía para que el agua fuese propiedad de los madrileños.

Tampoco señala Aguirre que, para conseguir este objetivo, no le basta su mayoría absoluta, sino que requiere de reforma del Estatuto de Autonomía y, por tanto, una mayoría cualificada. En 2005 no logró este objetivo porque PSOE e IU se opusieron. Espero que esta vez, los tres grupos de la oposición también se opongan (y no tengamos debilidades como aquella que hizo al PSM abstenerse a la privatización del Canal por una cuestión de responsabilidad).

No tendrá temas más importantes de los que preocuparse??

Lidia Fernández, responsable de Comunicación IU Comunidad de Madrid

“El paro consume a la ciudadanía madrileña” por Francisco Javier López

En el mes de Mayo el paro descendió en España en casi 80.000 personas.  En Madrid el descenso del paro no llegó a 3.200 personas.  Madrid es la Comunidad en la que menos ha bajado el paro, en toda España.

Aun bajando el paro, seguimos teniendo más parados que hace un año.  Son casi 476.000 las personas inscritas como paradas en la Región.  Un cifra inasumible e inaceptable para una sociedad democrática y pretendidamente moderna, incapaz de asegurar la fuente de sustento para las economías familiares.

Además, el paro baja menos en el caso de las mujeres que contabilizan más mujeres paradas.  Un mal dato que se ve agravado con el hecho de que el 86,4 por ciento de los contratos que se realizan son temporales.  Dos puntos porcentuales más que hace un mes.

El paro comienza a golpear a las mujeres con mayor intensidad y los contratos que se realizan son aún más temporales.  La Reforma Laboral, abaratando y facilitando el despido, sólo ha contribuido a generar más temporalidad y precariedad laboral.

El tiempo de permanencia en el paro es cada vez mayor.  La consecuencia es que son cada vez más las personas que pierden sus prestaciones por desempleo.  Más de 7.000 parados y paradas madrileños han perdido en Mayo la prestación.  Son ya 190.000 personas en esta situación en Madrid.

El paro sigue alcanzando  cifras intolerables, aumenta el paro de las mujeres, crece el paro de larga duración y crecen cada vez más las personas que carecen de todo tipo de prestación, subsidio y ayuda por desempleo.

Las políticas de ajuste y recorte del gasto público, las reformas indeseables que no abordan los problemas reales y cargan la mano sobre los trabajadores, ya sean adoptadas por el Gobierno Central o por los gobiernos autonómicos como el madrileño, junto a la irresponsabilidad de una clase empresarial cada vez más oportunista, producen contracción económica y aumentan la precariedad laboral, sin corregir el problema del paro.

Para salir de esta situación es indispensable mayor inversión pública, fortalecer los servicios públicos y su calidad, reforzando las políticas de ayudas a las personas desempleadas y estableciendo un mayor compromiso empresarial con la actividad económica no especulativa y el empleo con derechos laborales.

Hemos pedido al Gobierno Regional que reúna de inmediato el Consejo de Madrid, para negociar con empresarios y sindicatos medidas urgentes para abordar los graves problemas de los trabajadores madrileños.

Francisco Javier López Martín, Secretario General de CCOO de Madrid

«Algunas reflexiones sobre las pasadas elecciones locales y autonómicas» por Manuel Robles

Los ciudadanos y ciudadanas ejercieron el pasado 22 de mayo su derecho al voto. Es un derecho fundamental, recogido en nuestra Constitución como una garantía de nuestro modelo democrático y como una fórmula participativa, igualitaria, directa y secreta para que la voluntad individual de las personas pueda convertirse en voluntad de los poderes públicos.

Naturalmente, tienen razón quienes proclaman que ejercer el derecho al voto no es suficiente para dotar de contenido real a la democracia. La participación de los ciudadanos y ciudadanas en la toma de decisiones que tanto influyen y condicionan su vida diaria no puede reducirse sólo al ejercicio puntual de este derecho. Pero no por ello hay que olvidar el largo y difícil camino de lucha que ha habido que recorrer en nuestra historia, pasada pero aún muy reciente, hasta conseguir el reconocimiento del derecho de los ciudadanos y ciudadanas a elegir mediante el voto -sin discriminación de sexo, raza o condición social de los electores- a quienes les gobiernen. En efecto, votar no es suficiente, pero tampoco es lo menos importante.

En las pasadas elecciones locales y autonómicas han confluido varios factores que, a mi juicio, han orientado la participación y la voluntad ciudadana hacia un resultado que poco tiene que ver con el objeto concreto de esta última convocatoria electoral. La grave situación económica que estamos padeciendo y el hecho de que se esté acusando al actual Gobierno Central de una mala gestión de la crisis, es el factor más importante de todos, y ha sido el principal argumento del Partido Popular no sólo para intentar cambiar el significado del voto y el signo de los resultados, sino, ya de paso, para no tener que dar explicaciones de su gestión en los ayuntamientos y comunidades autónomas que gobernaban ni contar abiertamente cuáles son sus verdaderas intenciones para el futuro.

Que se haya votado en clave nacional explica, en mi opinón, que, siendo unas elecciones locales y autonómicas, hayan salido beneficiadas algunas candidaturas de derecha plagadas de sospechas e imputaciones de presuntos delitos, y que candidatos desconocidos con programas inexistentes hayan salido vencedores en muchos municipios de nuestro entorno y del resto del país. En cualquier caso, la grandeza de cualquier proceso electoral, desarrollado en libertad, es que, sean cuales sean los motivos de los electores para votar, al final el resultado es consecuencia de la opinión de la mayoría.

A quienes han obtenido peores resultados que los esperados, corresponde reflexionar y hacer un análisis en profundidad de esta situación, no sólo para superar con trabajo y nuevas ilusiones los posibles puntos débiles de la labor desarrollada hasta ahora, sino para identificar cuáles son las causas, conscientes o inconscientes, propias o ajenas, que han movido a la ciudadanía a castigar a unos y a premiar a otros.

También quienes han salido favorecidos, si no es mucho pedirles, deberían hacer su análisis, mirarse las entrañas y no el ombligo, tomar distancia con los pies en el suelo para entender el verdadero significado de lo que ha sucedido y no olvidar que la verdadera hoja de ruta de cualquier cargo público es el interés general de la ciudadanía.

Manuel Robles, Alcalde de Fuenlabrada

“España, del gris al verde” por Miguel Aguado

Los españoles tenemos poco “amor propio” y valoramos más lo de fuera. En innovación ambiental no faltamos a la regla.  Pero hay otra realidad. El resto de Europa nos valoran más como un país moderno, innovador y avanzado que nosotros mismos según los últimos barómetros europeos.

Dos ejemplos poco “puestos en valor”:

El desastre del Prestige en 2002 nos puso a todos, entre otras cosas, ante una evidencia: la fragilidad de los ecosistemas y el daño causado por la codicia humana. Pero también otras cosas, el gran ejemplo de la magnífica actuación solidaria sin precedentes de los miles de voluntarios para salvar la costa, cies y recuperar el entorno. Otra fue la capacidad de las empresas, administraciones, investigadores y universidades para recuperar los daños, restaurar lugares como las Islas Cíes, recuperar la industria y un largo etcétera. Se innovó en técnicas, equipos y procedimientos. Pero no lo pusimos en valor. En estos días hemos conocido como el Gobierno de Obama lanza el mayor estudio realizado hasta el momento sobre los efectos del crudo en la salud de los operarios en su catástrofe del vertido de BP, y utiliza como referente el trabajo científico hecho en España con los marineros que recogieron el chapapote y que se ha convertido en una pauta que EEUU quiere seguir en sus propios estudios sobre el vertido de BP.

El otro sería lo realizado en la catástrofe de Aznalcollar en 1998 por un vertido de residuos tóxicos en el Parque nacional y natural de Doñana, en Andalucía. Seguro que recordamos las imágenes. Hoy la situación es totalmente la contraria. Se llevó a cabo un inmenso trabajo de coordinación logística, de colaboración científica para identificar sustancias y neutralizarlas, de restauración paisajística, de coordinación institucional y un largo etcétera. Nos encontramos ahora con un espacio recuperado, suelos descontaminados, innovadores sistemas de cultivo para eliminar cualquier resto, un bello entorno para pasear a pie o en bici, una industria local recuperada y sostenible, y sobre todo y muy especialmente la ubicación de SOLUCAR la mayor planta solar de concentración  de la empresa ABENGOA. Energía limpia, renovable y con tecnología sevillana. Los norteamericanos nos la descubren comprando una planta “llave en mano” similar de 250 Mw.

Desde fuera valoran nuestro modelo de energías renovables, de gestión de redes eléctricas, el modelo de alta velocidad ferroviaria y el de gestión del sistema sanitario y especialmente el de trasplantes. Nos valoran más que nosotros mismos.

Tenemos dos asignaturas pendientes: mayor confianza en nuestra capacidad y un buen modelo de transferencia de conocimientos de la universidad, la ciencia y las instituciones a la empresa; todo ello con un indicador aún bajo: el número de patentes. Aún tenemos recorrido. Vamos bien, porque somos buenos.

Miguel Aguado Arnáez, Secretario de Medio Ambiente del PSM PSOE

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