“La crisis no justifica todos los recortes” por Manuel Robles
lunes, 03/10/2011 Deja un comentario
A estas alturas a nadie se le oculta la necesidad ineludible de reducir déficit público, y plantearnos desde todas los niveles de la administración pública planes de saneamiento y ahorro en las cuentas públicas para garantizar la sostenibilidad del Estado de Bienestar para el presente y el futuro. Esta necesidad debe conjugarse con otra que es difícil y compleja, como es la reducción de la tasa de paro, al menos a corto plazo.
Pero la crisis no debe servir como excusa para que desde los gobiernos conservadores del PP se pretenda introducir elementos perversos de reducción de gasto público en materias tan esenciales como es la educación, la sanidad, o las prestaciones sociales. Podemos y debemos, eso sí, racionalizar su gasto y hacer los servicios más eficientes. Pero no aprovechar la crisis para recortar y desprestigiar lo público y potenciar lo privado a costa de los recursos de todos los españoles.
El mapa político que sale de las urnas del pasado mes de mayo nos dejó una panorámica de gobiernos conservadores del PP, a nivel autonómico y local, casi en la totalidad del Estado Español. No es de recibo que estos gobiernos pretendan utilizar la crisis, o la satanización de los gobiernos anteriores, para introducir recortes drásticos en servicios esenciales y eludir el mandato de las urnas, que no es otro que el gobernar para mejorar la situación de las personas.
En el ámbito de la Comunidad de Madrid hemos tenido el ejemplo más elocuente de estas actuaciones en lo que no es solo una reducción de recursos públicos en Educación, sino algo mucho más grave en el fondo. Hemos asistido a toda una campaña contra la Enseñanza Pública, expresada en el ataque a profesores y sindicatos, difamándolos y tratando de alimentar en la sociedad sentimientos ruines y perversos sobre su labor y su trabajo. No es de recibo en ninguna democracia que los gobernantes difamen a los servicios públicos del Estado y a su tejido social. Eso solo lo hacen aquellos malos gobernantes que, como es el caso de Esperanza Aguirre, tienen además unas ideas muy ultraconservadoras y solo piensan en como pueden potenciar la enseñanza privada confesional sobre la pública.
Estamos en otro proceso electoral de primera magnitud, como son las Elecciones Generales. La ciudadanía debe estar atenta para no ser engañada por aquellos que prometen lo que no pueden dar, lo que no dan allí donde gobiernan. Deben exigir transparencia y claridad a los candidatos y candidatas, para que no ganen votos o las elecciones sin saber que van a hacer realmente si llegasen a gobernar. No es el momento de las subastas de quien da más, sino de quien es más transparente, más directo con la ciudadanía. Y sobre todo quien le garantiza una sostenibilidad del Estado de Bienestar, basado en el reparto progresista y equitativo de la fiscalidad, en función de los ingresos que tenga cada persona. No podemos reducir cargas fiscales a los que más tienen y dejar la carga principal en las rentas del trabajo y en el desamparo a los más desfavorecidos. ESTO NUNCA, BAJO NINGUNA EXCUSA
Manuel Robles Delgado, alcalde de Fuenlabrada