Recortes en sanidad, en educación,… y además, ya ni nos queda Portugal
martes, 27/11/2012 Deja un comentario
A España ya no le queda ni Portugal. La crisis y los recortes, por no dejarnos, no nos deja ni los doce puntos, casi seguros, de Portugal en Eurovisión. Y es que el país vecino, sometido a un rescate de la UE y a un muy duro ajuste económico, ha decidido no estar presente en este evento para ahorro de las arcas públicas. Una noticia que no pasa de la anécdota, pero sí es cierto que es un dato más, uno más entre tantos, que te lleva a la melancolía de tiempos mejores, que ¿volverán? Los recortes de nuestros vecinos portugueses no nos son ajenos, ya que, en forma y medida diferente, España también los sufre.
Si todos somos conscientes de la necesidad de cambios profundos en la economía nacional y en muchas estructuras político sociales, también es cierto que algunas cosas el ciudadano de a pie no termina de entender. Puede comprender que su país no participe en el festival de la canción, pero no, que se recorte en algo tan fundamental como la sanidad pública, asunto de plena actualidad en estos días.
Los profesionales sanitarios están en huelga porque hay menos recursos e incluso cambios en la forma de gestión. Son cambios que el ciudadano no termina de entender, porque, el que una empresa lleve la gestión, también sanitaria, de un hospital, aunque la titularidad siga siendo pública, ¿no afectará a la atención? El usuario se pregunta si en aras de conseguir más rentabilidad, no se limitarán cosas como las pruebas que nos tengan que hacer, la calidad del material que se utilice, los medios humanos y materiales con los que cuenten esos hospitales públicos, pero de gestión privada, que parece van a empezar a funcionar cada vez más en nuestro país y en Madrid en particular.
Nuestros políticos deberían salir más a la calle, no del coche oficial a su despacho o a la inauguración de turno, arropados por sus asesores que sólo les dicen lo que quieren oir. Deberían escuchar a esos votantes que no quieren que se toque, en lo fundamental, uno de los mejores sistemas de salud pública de Europa, con unos profesionales de primera y una asistencia universal de verdad. Los propios facultativos reconocen que dentro del sistema se pueden suprimir ciertos “despilfarros”, pero no lo importante, lo que hace posible la calidad asistencial.
Si nuestros políticos prestarán atención a la voz de la calle más a menudo, escucharían como se cuestiona si antes de recortar en sanidad, no hay otras cosas en las que ahorrar. La pérdida de Ipad de sus señorías en el Congreso de los Diputados, es quizá algo anecdótico, pero significativo de que todavía la brújula no apunta al lugar adecuado en lo que a reajustes se refiere. Y cómo esto otros, muchas cosas que deben obligar a apretarnos el cinturón a todos, no sólo a la sufrida clase media, de la que cada vez queda menos, y no olvidemos que un país sin clase media es cada vez más pobre y menos desarrollado.
Pilar García Periodista